Las vacaciones de los más peques siempre ayudan y obligan a esas excursiones vespertinas por las cercanías. La imagen que veis es de una ascensión reciente con Eva, Candela y Hugo al Pico Nabo.
El 18-300 de Nikon permite tomas como ésta. El procesado con un suave HDR le añade fuerza e intensidad a la imagen.
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