Esta mañana amanecimos en el Regajo nuevamente. La belleza y la tranquilidad del entorno se ve a veces salpicada, como hoy, por los restos que algunos desalmados dejan en sus orillas tras una comilona o una acampada... tristeza e indignación.
Junto a Juan D. tomamos algunas fotos y pasamos un buen rato como siempre.